Un opaco encuentro terminó dando brillo a la esperanza tulueña de permanecer en la primera categoría del fútbol profesional colombiano. Cortuluá venció dos goles por cero a un insensible Junior de Barranquilla y ahora está a cuatro puntos de Envigado en la tabla del descenso.
Poco por comentar del encuentro entre vallunos y costeños. El local intentó y buscó con lo que tenía, mientras la visita, dejando en claro el por qué la tempranera eliminación del vigente campeón, se vio insolvente, decaído en su ánimo y sin un verdadero motivo por el cual seguir luchando.
Lo primero por comentar en el partido fue un lejano intento de Giovanni Hernández. El 10 se animó a pegarle de larga distancia, de unos 35 metros aproximadamente, pero su disparo se fue por encima del horizontal. Quizá era esa la muestra de la poca generación de juego que había en Junior para llegar al área con pelota dominada.
Por el local, quien era dueño de la pelota pero lucía ineficaz en su manejo, el que más cerca estuvo fue Róbinson Aponzá. El delantero se la rebuscó para exigir la volada de Luis Estacio, quien hoy volvió a defender el pórtico “Tiburón”. Era poco lo que sucedía en el partido tras media hora de juego.
Así transcurrió toda la primera parte: Cortuluá dominando el esférico pero nublado al momento de definir o generar opciones y Junior sumido en su tristeza, pálido en su juego e inconexo entre quienes podrían hacer algo en ofensiva.
El segundo tiempo inició de manera muy similar a como terminó el primero. La pelota era tulueña, la indolencia era de Junior y la desazón era de ambos. No había nada que pudiese alentar las poco pobladas tribunas del Doce de Octubre.
Sin embargo, al minuto 77 de partido, apareció la luna para los vallunos. Una pelota que llegó picando por las cercanías del área grande de la visita, fue impactada con gran violencia e igual precisión por Dónald Millán. Su disparo fue arriba, al ángulo superior derecho del portero, que inmóvil, sólo la vio pasar.
Tres minutos después, cuando las ilusiones de permanencia al menos se aplazaban una semana más, apareció el gol de la tranquilidad. Una pelota perdida por Casanova en territorio tulueño, permitió el rápido contragolpe de los locales, dicho contragolpe terminó con la gran definición de Wílliam Zapata, tras recibir una pelota bien filtrada entre los defensores. Dos por cero ganaba Cortuluá sobre los 80 minutos de partido.
Lo primero por comentar en el partido fue un lejano intento de Giovanni Hernández. El 10 se animó a pegarle de larga distancia, de unos 35 metros aproximadamente, pero su disparo se fue por encima del horizontal. Quizá era esa la muestra de la poca generación de juego que había en Junior para llegar al área con pelota dominada.
Por el local, quien era dueño de la pelota pero lucía ineficaz en su manejo, el que más cerca estuvo fue Róbinson Aponzá. El delantero se la rebuscó para exigir la volada de Luis Estacio, quien hoy volvió a defender el pórtico “Tiburón”. Era poco lo que sucedía en el partido tras media hora de juego.
Así transcurrió toda la primera parte: Cortuluá dominando el esférico pero nublado al momento de definir o generar opciones y Junior sumido en su tristeza, pálido en su juego e inconexo entre quienes podrían hacer algo en ofensiva.
El segundo tiempo inició de manera muy similar a como terminó el primero. La pelota era tulueña, la indolencia era de Junior y la desazón era de ambos. No había nada que pudiese alentar las poco pobladas tribunas del Doce de Octubre.
Sin embargo, al minuto 77 de partido, apareció la luna para los vallunos. Una pelota que llegó picando por las cercanías del área grande de la visita, fue impactada con gran violencia e igual precisión por Dónald Millán. Su disparo fue arriba, al ángulo superior derecho del portero, que inmóvil, sólo la vio pasar.
Tres minutos después, cuando las ilusiones de permanencia al menos se aplazaban una semana más, apareció el gol de la tranquilidad. Una pelota perdida por Casanova en territorio tulueño, permitió el rápido contragolpe de los locales, dicho contragolpe terminó con la gran definición de Wílliam Zapata, tras recibir una pelota bien filtrada entre los defensores. Dos por cero ganaba Cortuluá sobre los 80 minutos de partido.
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